Con 24 obras en concurso y 2 piezas de exhibición, el pasado miércoles 18 de mayo, fue inaugurado el II Salón de Pintura Universitaria “Ítalo Silva” en la sede de la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Los Andes. El acto, que rindió homenaje al recientemente fallecido Profesor Universitario y promotor del desarrollo artístico entre los estudiantes de ésta casa de estudios, Ítalo Silva, fue presidido por el Rector Mario Bonucci, acompañado por el Director de Daes y anfitrión del evento, Marcos Pino, contando con la presencia de familiares y amigos cercanos del homenajeado, artistas, personal de Daes y estudiantes.
El acto inició con la bienvenida del anfitrión y Director de Asuntos Estudiantiles, Marcos Pino, quien solicitó un minuto de aplausos para Ítalo Silva, como promotor de las actividades literarias y artísticas de la Daes, colaborador del Programa de Cultura y Recreación. Destacó Marcos Pino, en otras actividades similares han superado los 150 participantes, sin embargo es ésta oportunidad los elevados costos para crear una obra de arte afectan la producción artística.
“La pintura es para poder hablar de una manera distinta a como lo haría un científico o un académico” expresó el Rector Mario Bonucci, celebrando el homenaje realizado al Profesor Ítalo Silva, con quien recordó tuvo “enormes diferencias” pero reconoce como “ícono de la institución y figura necesaria para el equilibrio político en la universidad” recordando anécdotas de hace más de 35 años cuando Silva, a través del Movimiento 8, dejó su marca en el pluralismo político que hoy es un valor universitario. Haciendo votos porque el legado de Ítalo Silva se mantenga y prolongue en el tiempo como herencia de quien hace universidad.
Destacó el Rector la importancia de contar con un “oasis o espacio de frescura que permita tener mejor cara en tiempo de crisis” refiriéndose al Salón de Pintura como un logro de la Dirección de Asuntos Estudiantiles y de la ULA, a pesar de las dificultades económicas y atropellos que hoy día sufre ésta casa de estudios, con sobrevivientes que continúan y continuarán de pie, gracias a la magia de la universidad que ha cobijado a todas las tendencias ideológicas, como necesarias para la academia y la autonomía.
El profesor Pino Marcucci, como orador de orden y albacea de las vivencias del homenajeado, agradeció a nombre de la familia y amigos de Ítalo Silva, el reconocimiento al trabajo que por años desarrolló “haciendo el bien sin divulgarlo” recordando que entre los legados de Silva se encuentran los círculos de estudio y lectura, concursos de creación literaria, actividades culturales y deportivas, espacios de encuentro en la Feria Internacional del Libro Universitario, apoyo a artistas plásticos y pintores ingenuos, curador de arte, estudioso y seguidor de las diferentes corrientes artísticas, entre muchos más.
Para Pino Marcucci, Ítalo Silva era un “Subversivo contra el orden establecido” a quien alguien llamó un día “el Muira” comparándolo con el encaste de toro bravo con ese nombre, con características propias en su fenotipo, poderío y bravura, precisando en Ítalo su fuerza y energía así como lo tremendista y provocador, con posiciones ideológicas claras que reconocía sus errores y por atreverse a sembrar en diferentes estados del país su legado. Siempre ligado a la Dirección de Asuntos Estudiantiles, desde la llamada Oficina de Bienestar Estudiantil, al preocuparse siempre por y para los estudiantes, lo que canalizó Marcos Pino al invitarlo a colaborar con Daes.
El poeta Adelis León, quien junto a Pino Marcucci e Ítalo Silva, conforman una hermandad fundida en las adversidades y alegrías, que “sigue andando con y en el recuerdo de Silva” sembrado en cada rincón de su obra, aseguró que en cada cuadro de éste salón se encuentra el recuerdo de Ítalo Silva, dedicando la primera estrofa del “Golem” de Jorge Luis Borges que encierra el sentir de quienes agradecen el titular con el nombre de éste gran hombre al Salón de Pintura:
“Si (como afirma el griego en el Cratilo) el nombre es arquetipo de la cosa en las letras de 'rosa' está la rosa y todo el Nilo en la palabra 'Nilo…”
Andrés Silva, hijo del Profesor Ítalo Silva, rompió el silencio que tras la partida de su padre, hasta ahora, mantuvo la familia, recordando anécdotas de su padre, su dolor ante la desaparición de Emiro Lobo y cómo esa conexión con la tristeza lo llevó a pintar obras que guardan en su hogar, destacando lo estricto como crítico artístico, buscando siempre mejorar cada pieza, agradeciendo se le dedique un espacio, promovido por su progenitor con obras de alumnos de la universidad que él tanto amo y dedicó gran parte de su vida. Asegurando el profesor Silva, “amó a sus pintores tanto como a sus alumnos” convirtiendo al II Salón de Pintura Universitaria en representación de lo que es y seguirá siendo su padre.