El venezolano de hoy va y viene en su estado de ánimo, como van y vienen los discursos de los personajes políticos, aseguró Yépez
Creer o no creer, he ahí el dilema de los venezolanos en torno a la realización o no del Referéndum Revocatorio (RR) este año 2016.
El tema de la consulta constitucional, promovida por la alianza opositora, se resume a una sola pregunta que se hacen los ciudadanos ¿hay o no revocatorio este año?.
La respuesta la encuentran en ambos sectores políticos y son tan polarizadas como sus acciones.
Un día escuchamos a la oposición diciendo que si, que el RR es este año; otro día a ese mismo RR lo entierra el chavismo cuando Jorge Rodríguez manifiesta que nació muerto y no hay posibilidad legal alguna de que se haga y más atrás remata Diosdado Cabello asegurando que ni en el 2016 ni mucho menos en el 2017 se hará un revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
Ante ese bombardeo de aseveraciones que minan la mente de los venezolanos, algunos claros y diáfanos en sus posiciones de apoyo o no a la consulta y otros no tan seguros y frágiles ante la posibilidad de un cambio cercano, es común ver la desesperanza en una parte de la población que a estas alturas duda que se pueda salir de la crisis a través de un mecanismo constitucional y democrático.
Un escenario, dos batallas
Para el psicólogo e investigador en Etnopsicología política, Sergio Yépez, los venezolanos se encuentran en un solo escenario, el cambio; pero en medio de dos batallas, los discursos del gobierno y de la oposición.
Yépez, aseguró que a los voceros del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) ante la pérdida de capital político, no les queda otra que meter miedo, esparcir rabia y criminalizar.
En ese sentido, consideró que Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello tienen la intensión de provocar la violencia en las calles, “justificando revivir a su Frankenstein dormido y evitando el referéndum revocatorio”.
Esa carga la asimila directamente el venezolano que según los estudios de Yépez, cada vez más sufre el efecto de la primitivización social que trajo el socialismo del siglo XXI y soporta una batalla en su propio cuerpo, resistiendo los embates de las frases sarcásticas y agresivas de estos dos personajes oficialistas.
De esa manera explicó que de la guerra por el territorio y la guerra económica, ambas banderas políticas del gobierno, se ha pasado a la guerra psicológica, “donde las acciones políticas del Psuv ubican sus tácticas en la desestabilización de la salud mental, desmontaje de la esperanza tanto de la oposición, como de las víctimas del mal gobierno”.
Canalizar el malestar
Más allá de lo difícil que pueda resultar la realización del RR, Sergio Yépez resaltó que el cambio social en Venezuela no reposa en las manos de los políticos ni en las instituciones.
Dijo que en ellos está la activación del mecanismo, pero su efectividad está en las manos del venezolano que ejercerá su derecho a opinar.
Mientras eso ocurre y ante el riesgo que tienen los venezolanos de perder el equilibrio y comprometer la salud mental, Yépez recomienda que es preciso comprometerse en una salida estratégica y promover actividades ciudadanas que canalicen el malestar.
“Usted no puede sentarse a absorber malestar ni a incubar rabia frente al televisor o las redes sociales, como si se tratara de una planta en un rio contaminado, usted debe comprometerse en acciones de restitución del poder de la ciudadanía, ya que el populismo clientelar tiene como uno de sus efectos tóxicos el provocar parasitismo social, y como hemos visto, acabar con las organizaciones civiles”, dijo.
Según Yépez, en estos momentos de dimes y diretes en torno a un mecanismo que no duda es necesario para el país, es preciso que los venezolanos se organicen cívicamente.
Esa organización se traduce en la construcción de bastiones morales de civismo, grupos de intercambio y activismo ciudadano que promuevan la reducción del malestar ante la reinante corrupción, la violación de sistemas éticos y legales, el caos de organización social, el desabastecimiento y la falta de producción.
“Ante la carga sostenida de desesperanza que busca inmovilizarle, haga algo que le convierta en agente de cambio y evite ser una víctima del terrorismo mediático, y de las operaciones psicológicas”, expresó Sergio Yépez, al tiempo que sugirió que mientras se espera emitir una opinión por la vía del voto, los ciudadanos concentren sus esfuerzos en la acción social, en partidos políticos, en grupos religiosos de ayuda humanitaria, en Amnistía Internacional, la Cruz Roja, Bomberos Voluntarios, defensa de derechos civiles y sociales, entre otros.