En la «Marcha por la dignidad de la docencia merideña», los maestros intentaron entregar un documento en el que reclaman sus derechos. Sin embargo, las puertas de la gobernación estaban cerradas y custodiadas por la policía del estado.
Docentes jubilados y activos del estado Mérida marcharon el martes 7 de junio desde la Plaza de Glorias Patrias hasta la Gobernación del Estado para entregar un comunicado en nombre de todo el magisterio de esa entidad. Sin embargo, dado a que no fueron atendidos y a que las puertas del palacio de gobierno estaban cerradas y custodiadas por la policía, los maestros decidieron no entregar el oficio.
En el escrito, los docentes reclaman sus derechos, entre los que destacan: la actualización salarial, el pago de deudas, seguridad social, respeto al ejercicio docente, titularidades, pago de prestaciones, bono de alimentación y otros.
Máximo Briceño, presidente del Sindicato de los Trabajadores de la Educación del Estado Mérida (Sinditem), catalogó la situación del magisterio como “muy delicada” y reveló que actualmente hay maestros que cobran Bs. 9100 mensuales y que “no tienen como darle a sus hijos o a su familia una alimentación apropiada”.
Briceño solicitó al gobernador del estado conversar para que los maestros puedan trabajar con las “condiciones mínimas necesarias en un aula de clase que depende de la gobernación. Destacó que docentes activos, jubilados, pensionados y suplentes deben cobrar en igualdad de condiciones y que deben recibir el “55% del contrato nacional al que además hay que agregarle un 10%”.
Es la segunda vez en menos de tres meses, que los docentes merideños se congregan en las calles del municipio Libertador para exigir al ejecutivo regional el pago de un mejor sueldo. La primera protesta del año 2016, fue el 3 de marzo con escrito concentración que también inició en la Plaza de Milla para finalizar en la sede de la Zona Educativa.