En el Año Jubilar de la Misericordia anunciado por el Papa Francisco, los grupos de apostolado de la parroquia Inmaculado Corazón de María de Los Curos, celebrarán con mayor fervor la Fiesta de la Divina Misericordia, una tradición religiosa que se realiza desde hace sieteaños en esta comunidad y que cada vez congrega a más personas.
Como todos los años, el segundo Domingo de Pascua la iglesia católica celebra la Fiesta a la Divina Misericordia con diversos actos religiosos y el otorgamiento de algunos sacramentos como el de la reconciliación y la comunión.
Muchos fieles se preparan previamente para éste día que impregna de alegría y gozo sus corazones, pues han rezado la Novena a la Divina Misericordia o han practicado algunas de las obras corporales o espirituales.
Quienes conocen la historia de Santa Faustina a través de su diario, divulgado en todo el mundo, aceptan el mensaje que Jesús deja: Dios es misericordioso y perdona, así mismo deben hacer los hombres hoy.
Unos siete años llevan los jóvenes que participan activamente en la iglesia de Los Curos, organizando la peregrinación a la capilla dedicada a la Divina Misericordia en la Loma de Los Ángeles, guiados por los Misioneros Claretianos y animados por los grupos de apostolado de la Parroquia Inmaculado Corazón de María.
Como los años anteriores, la concentración será en el estacionamiento de la iglesia en la parte media de Los Curos, a las 7:30 de la mañana, para trasladarse hasta la capilla de El Mirador y de allí comenzar la procesión hasta el sector Claret donde se celebrará la santa misa, en la que se recordarán las enseñanzas de Jesús y las prácticas de misericordia que todo católico debe seguir, de manera especial en este Año Jubilar.
Quienes deseen asistir a esta peregrinación al Santuario de la Divina Misericordia el próximo domingo 3 de abril, deben llevar ropa cómoda, hidratación, protección contra el sol y un alimento para entregarlo como ofrenda a los más necesitados, además de la gran disposición a celebrar con alegría el amor infinito de Dios a sus hijos y el compromiso de llevar una palabra de aliento a los hermanos. La invitación es extensiva a toda la comunidad católica merideña.