En un intento fallido de emular las interacciones del libre mercado (que solo pueden darse entre consumidores y productores con capacidad de decidir en igualdad de condiciones y de manera voluntaria), el gobierno nacional ha instaurado el Sistema Centralizado y Estandarizado de Compras Públicas, para el cual, según anunció el vicepresidente de Planificación, Ricardo Menéndez, se han registrado más de 500 empresas que participarán en el Primer Encuentro de Oferta y Demanda que se celebrará este lunes y martes en el Círculo Militar. Al tratarse de un sistema “centralizado y estandarizado”, tal como lo indica su nombre, esta iniciativa oficial es completamente ajena a la noción de mercado, que, por el contrario es mecanismo atomizado y diversificado de acuerdo con las necesidades de quienes participan en el proceso de oferta y demanda. En este caso, el sector público hace un llamado para hacer sus compras y los productores concurren a dicho llamado sin claridad de los requerimientos exigidos para ser escogidos. Tal falta de claridad atenta también contra la noción de libre mercado que el gobierno intenta mostrar con actos de esta naturaleza, pues en una interacción oferta-demanda verdaderamente libre existe además plenitud de información respecto a las transacciones y no hay coacciones ni condicionamientos previos, como los establecidos por el gobierno respecto a la necesidad de “registrar” a las empresas interesadas.