Cine histórico: “La lista de Schindler”

Héctor Velázquez - Mejía / Mayo, 13 - 2016

El cineasta estadounidense de origen judío, Steven Spielberg, se atrevió en 1993 a llevar a cabo uno de los proyectos más ambiciosos y personales de su carrera. “La lista de Schindler” es, sin lugar a dudas, una de esas obras maestras que más nos hacen reflexionar sobre la naturaleza del ser humano.

La producción está basada en la novela “El arca de Schindler”, escrita por el australiano Thomas Keneally y que cuenta cómo se las ingenió el empresario alemán, Oskar Schindler, para salvar durante el fatídico holocausto más de mil vidas, empleando a judíos como trabajadores en sus fábricas de menaje de cocina y munición, ubicadas en lo que hoy son Polonia y la República Checa.

Aunque de nacionalidad alemana, Oskar Schindler nació en la localidad de Zwittau, en la Moravia checa, el 28 de abril de 1908 y trabajó en varios lugares hasta que se unió en 1936 al Servicio de Inteligencia Militar de la Alemania nazi, afiliándose al partido en 1939.

En el mismo 1939 Schindler adquirió una fábrica de menaje esmaltado en Cracovia, Polonia, en la que empleó a unos mil setecientos cincuenta trabajadores. De esos, alrededor de mil eran judíos en el año 1944, y Schindler los protegió de la deportación y de la muerte en los campos de concentración nazis. Aunque como se aprecia en la película, en un principio su motivación fue básicamente económica, pronto, para mantener a sus empleados a salvo, empezó a utilizar a judíos que no necesitaba hasta que comenzó a sobornar a oficiales nazis con regalos cada vez más caros en el mercado negro. Schindler convenció al capitán de las SS, Amon Göth, para que le permitiera trasladar la factoría a Brünnlitz, en la región de los Sudetes, evitando de esa manera que sus empleados judíos acabaran en las cámaras de gas.

Usando nombres conseguidos por Marcel Goldberg, oficial de la policía del gueto judío, el secretario de Göth, Mietek Pemper, compiló y mecanografió una lista con los nombres de los mil doscientos judíos que viajaron hasta Brünnlitz en octubre de 1944. Schindler tuvo que seguir sobornando a oficiales de las SS para evitar que asesinaran a sus trabajadores hasta el final de la guerra en Europa en mayo de 1945, lo que le supuso gastar toda su fortuna.

Spielber aseguró que llevaba preparándose para esta película durante toda su vida y ya estaba trabajando en el guión desde que terminó “ET, el extra terrestre” en 1983. El director y productor conoció el genocidio judío por sus abuelos quienes hablaban constantemente de eso, incluso sin que ellos hayan sido partícipes directos.