La Crónica
Con Héctor Velázquez Mejía desde Nueva York
El 5 de julio, Día de la Declaración de la Independencia de Venezuela, no pasó desapercibido en la Ciudad de Nueva York
Héctor Velázquez - Mejía / Julio, 06 - 2016
Unos cien venezolanos radicados en la Ciudad de Nueva York celebraron el 5 de julio, Día de la Declaración de la Independencia, con una concentración en Parque Central donde se encuentra la estatua ecuestre de Simón Bolívar.
Los manifestantes gritaron consignas como “Libertad”, “Libertad”, “Libertad” y “Revocatorio Ya”, “Revocatorio Ya”, portaron pancartas en las que se acusaba al Gobierno de Nicolás Maduro de violar los derechos humanos, tener presos políticos y cercenar la libertad de expresión y cantaron el Himno Nacional de la República.
Este acto de protesta fue organizado por el joven Eduardo Lugo, estudiante de periodismo en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) y activista del grupo “SOS Venezuela, Nueva York”. Lugo explicó que “SOS Venezuela” es un grupo civil que se encarga de difundir al mundo, lo que el futuro periodista describió como las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que ocurren en Venezuela, la situación de crisis por la que atraviesa el país, muy puntualmente en este caso, la crisis humanitaria (…) que el Gobierno se empeña en negar. “Y eso es lo que nos trae aquí. El 5 de julio es una fecha en la cual como venezolanos en el exterior nos aferramos a los ideales fundacionales de la República, que se fundamentan en la justicia, el estado de derecho, y el respeto a las instituciones. Y cuando vemos lo contrario en el Gobierno, o más bien Desgobierno en Venezuela, no nos queda otra opción sino levantar nuestras voces para reivindicar este sentimiento”. En opinión de Eduardo Lugo, la solución a la crisis de Venezuela tiene que pasar necesariamente por un mecanismo electoral. “Y lo vemos hoy reflejado en el referendo revocatorio que promueve la oposición y que ha acogido la sociedad venezolana en su conjunto”.
Entre los que protestaban se encontraba el activista y empresario venezolano Rafaél Ocariz, radicado desde hace treinta y nueve años en el vecino estado de Connecticut y miembro de la organización “Ayuda Humanitaria para Venezuela”, [encargada de recolectar y enviar medicinas y todo tipo de auxilio a los necesitados en el país sudamericano]. Según Ocariz, los venezolanos buscan ahora la segunda independencia porque “verdaderamente la Independencia de nosotros llegó hasta el momento en que llegó Chávez. Una vez que llegó Chávez estamos en prisión. Entonces, estamos buscando la segunda independencia”. Al igual que su compatriota Eduardo Lugo, Rafael Ocariz considera que debe agotarse la vía constitucional para lograr una salida a la crisis política por la que atraviesa Venezuela. “Vamos a confiar en que verdaderamente nuestra gente de la MUD lo va a hacer y lo vamos a conseguir”. [“Tenemos muchos obstáculos en el camino, pero si no es posible traspasar esos obstáculos, (…) hay que hacerlo de otra manera. Tristemente, serán vidas las que se irán a perder. Pero no hay otro camino. Tenemos que salir de este hombre (Maduro) este año, no más”].
De acuerdo con estadísticas del Censo de Estados Unidos, Nueva York es un destino común para los nuevos inmigrantes venezolanos, la mayoría jóvenes y adultos jóvenes. La inmigración desde Venezuela hasta la Ciudad de Nueva York ha crecido considerablemente en los últimos años debido a la crisis sociopolítica y económica que se agudiza cada día. Además, muchos, al llegar a Estados Unidos, están solicitando asilo político.
[Lo curioso es que el efecto curativo de la amistad y el amor solo funcionaba para aquellas mujeres que ya disfrutaban de ese cariño desde antes del diagnóstico de la enfermedad. En las que hacían nuevos amigos cuando ya estaban enfermas de cáncer, el poder de la amistad no era tan potente. Según la doctora Kroenke, su experimento demuestra que los amigos de la infancia, los que llevan toda la vida cerca de nosotros, son los que de verdad curan].
Cada año cerca de 230.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama invasivo en los Estados Unidos; y ya a partir de 2012 había alrededor de tres millones de sobrevivientes de cáncer de mama. El hecho de que más mujeres se están curando de cáncer de mama aumenta la importancia de la calidad de vida después del diagnóstico, explicó Kroenke].
Los resultados de este estudio y de estudios adicionales basados en la División de Investigación llamada LACE (Life After Cancer Epidemiology) están proporcionando información para guiar a las mujeres a medida que toman decisiones siguiendo un diagnóstico de cáncer de mama. Entre estas conclusiones encontramos que el consumo de productos lácteos de alto contenido en grasa aumenta el riesgo de mortalidad; el consumo de soja reduce el riesgo de recurrencia del cáncer de mama, la calidad de vida después del diagnóstico influye en los resultados, y la actividad física es beneficiosa.