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El traslado de deportados hasta México se ha convertido en un productivo negocio para compañías privadas estadounidenses
Héctor Velázquez - Mejía / Febrero, 2016
En Estados Unidos, los traslados aéreos de inmigrantes detenidos y sujetos a procesos de deportación, se han convertido en un jugoso negocio. Las compañías que mueven a los inmigrantes logran ingresos millonarios con los vuelos privados dentro y fuera de Estados Unidos.
En los últimos ocho años, es decir durante la gestión de Barack Obama, el gobierno estadounidense ha gastado más de setecientos setenta millones de dólares en estos servicios.
Luego de vivir dieciocho años en Denver, Colorado, Wilberth Góngora fue deportado en un avión privado que alquiló el gobierno estadounidense, “pero sin el logotipo de ICE, ni nada”, dice Góngora. ICE, I-C-E, se refiere a las siglas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, una agencia del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. En el proceso de detención, Góngora fue trasladado a varios estados antes de llegar a la Ciudad de México. Relata que el avión partió de Nuevo México e hizo escalas para recoger deportados en Utah, Nevada y Tejas. En Tejas abordaron un autobús que los llevó a El Chaparral, es decir, en el caso de Wilberth Góngora regresó al estado de Nuevo Méjico.
Durante el gobierno de Barack Obama, más de tres millones de mexicanos han sido deportados desde Estados Unidos hacia México. Solamente en 2015, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, le pagó a compañías privadas unos setenta y tres vuelos para cubrir la ruta entre Otero, Nuevo México y el aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
Marco Castillo, es presidente de la Asamblea Popular de Familias Migrantes, una organización que acompaña a los migrantes repatriados. Dice que los deportados llegan a pasar hasta dos semanas haciendo giras por centros de deportación locales bajo el argumento de que están esperando traer más deportados desde otras prisiones para irlos juntando. En abril de 2015, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional criticó a ICE por pagar vuelos chárter con asientos vacíos por los que podría haberse ahorrado cuarenta y un millones cien mil dólares.
La empresa CSI Aviation Services de Nuevo México es la beneficiaria de la mayoría de estos contratos con el Gobierno de Washington. Su propietario es Allen Weh, coronel retirado de la Infantería de Marina de Estados Unidos, [veterano de las guerras de Vietnam e Irak, presidente del Partido Republicano de Nuevo México,] y candidato republicano al Senado por Nuevo México en 2014. Weh ha sido firme en su postura de reforzar la seguridad fronteriza. Su empresa ha ganado en los dos mandatos de Barack Obama más de 790 millones de dólares gracias a estos traslados y a pesar de las diferencias políticas pues, como sabemos, Obama pertenece al Partido Demócrata.
Medicina y Salud: la importancia del bien dormir
Héctor Velázquez - Mejía/Febrero - 2016
Cada día se conocen más las consecuencias negativas de lo que ya se denomina una mala higiene del sueño, una plaga que afecta a un altísimo porcentaje de la población del llamado “primer mundo”. Desde siempre se conoce que una buena higiene del sueño es de vital importancia en el mantenimiento de la salud, aunque no es tan fácil llegar a una conclusión definitiva sobre qué se considera un sueño reparador, tanto en cantidad de horas como en la calidad de ese sueño.
Según recientes estudios publicados en revistas médicas estadounidenses, unos setenta millones de ciudadanos de Estados Unidos, sufren de insomnio crónico o de otras alteraciones del patrón del sueño, desde la apnea hasta la narcolepsia, o el síndrome de las piernas inquietas. Se calcula que este problema repercute de manera importante en la economía, con un costo directo de dieciséis billones de dólares en gastos médicos y de cincuenta billones en pérdida de productividad anual por ausentismo laboral en Estados Unidos; y cifras equivalentes según el número de habitantes en los demás países occidentales.
Dos de las principales causas conocidas de alteraciones del patrón del sueño son el consumo de alcohol, especialmente antes de dormir, y el de cafeína a lo largo de todo el día. Por supuesto, la nicotina, la principal droga presente en el tabaco, aunque también en algunas medicinas utilizadas para combatir los efectos del catarro común, produce una mala calidad del sueño, así como síntomas de fatiga diurna. Por último, hay que prestar atención a una serie de medicamentos de uso relativamente frecuente que se relacionan con problemas del sueño: muchos antidepresivos, algunos fármacos que atacan la hipertensión arterial, todos los corticoides y buena parte de las medicinas utilizadas para disminuir los niveles de colesterol.