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La Crónica

Con Héctor Velázquez Mejía desde Nueva York

La Crónica - Héctor Velázquez - Mejía
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Un joven mexicano de 18 años sobrevivió a la violencia en su país y ahora busca asilo en Estados Unidos

Héctor Velázquez - Mejía / Agosto, 10 - 2016

 

Otro joven mexicano se ha puesto en manos de las autoridades de Estados Unidos para preservar su vida. Charlie Salinas tiene ahora 18 años de edad. Pero hace dos años, a la edad de 16, supo lo que es ver la muerte de cerca cuando visitaba a su hermana en el puerto mexicano de Acapulco, estado de Guerrero donde lo acribillaron. Sobrevivió de milagro, aunque todavía no ha superado ni la depresión ni el miedo. Estuvo al borde de la muerte, después de ser impactado seis veces por balas perdidas mientras caminaba por una calle en Acapulco. “Me dispararon a mí y a mi primo. Yo fui el primero y él fue el segundo. Pero a él le hicieron más feo: le dieron veinte balazos”, explica el joven mexicano.

Después de varias operaciones, Charlie Salinas ha pasado un año y medio con una colostomía y aún necesita otro procedimiento. Lleva diez años sin ver a su madre, quien emigró a Estados Unidos para trabajar. Hoy más que nunca, Charlie lamenta la ausencia de su progenitora.

“Cuando me dieron de alta me sentí muy triste. No quería saber nada yo de mí. Me sentí bien feo”, afirma un Charlie apesadumbrado. Y en cuanto a la forma en que debe vivir con la colostomía “pues me dan ganas también de hacer por detrás pero no puedo. Así que mejor ni voy al baño porque yo mismo me lastimo”.

El joven buscará reunificarse con su madre y continuar su cuidado médico en Estados Unidos. Hace unos días se entregó a las autoridades de inmigración en la frontera con Tijuana. El regreso a México no es una opción. “Me tienen amenazado. Ya no quieren que regrese. Amenazaron a mi familia, a mis abuelos”, dice.

La vida de Charlie Salinas corre peligro en México. Afortunadamente para el joven, su abogado, Alex Gálvez, le da muy buenas posibilidades de conseguir asilo. “Estados Unidos ha otorgado este tipo de asilo para personas como él. Fue baleado seis veces. Va a presentar sus documentos, va a contar su historia y lo que el oficial debe hacer es determinar si la historia de Charlie es creíble o no”, asegura Gálvez.

Ahora el caso de Charlie Salinas está en manos de las autoridades migratorias de Estados Unidos quienes decidirán su futuro: si le permiten iniciar el proceso de asilo o lo deportan.

El camino no será fácil para Charlie. En la actualidad hay unos nueve mil mexicanos que quieren asilo en Estados Unidos con la esperanza de salvar sus vidas. Pero estas personas enfrentan las leyes migratorias estadounidenses para refugiados y asilados que no reconocen la violencia en México.

El 98,6 por ciento de los 8,840 mexicanos que han buscado asilo político en Estados Unidos desde 2009 ha sido rechazado, según el Centro Familiar para los Derechos Humanos de la Universidad de Chicago. Solo el 1,4 por ciento ha sido aprobado. Esto es, 124 personas. Muchos siguen con procesos abiertos. En tanto, académicos y refugiados se quiebran la cabeza para lograr que Estados Unidos reciba a estos inmigrantes. Tratan de entender las razones que Estados Unidos toma en cuenta para aceptar una solicitud. Pero, no saben por qué las autoridades migratorias estadounidenses aceptan ciertos casos. Estos activistas dicen sentirse como ciegos que tratan de describir cómo es un elefante.

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