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La Crónica
Con Héctor Velázquez Mejía desde Nueva York
EE. UU.: Investigación del diario The Washington Post revela irregularidades en construcción de centros de detención durante crisis migratorias
Héctor Velázquez - Mejía / Agosto, 18 - 2016
La empresa de construcción de cárceles más grande de Estados Unidos habría obtenido un jugoso contrato del gobierno federal, sin el debido proceso de licitación pública. Así lo indica un artículo del diario “The Washington Post”, según el cual el multimillonario acuerdo incluyó generosas condiciones a esta compañía para construir el Centro de Detención Familiar Migratoria en Dilley, Texas.
Los contratos que la Casa Blanca hizo con empresas privadas para manejar los controversiales centros de detención familiar migratoria están ahora en el ojo del huracán. Resulta que por la prisa que se tuvo durante la ola migratoria de 2014, al parecer la selección se hizo por designación y no por concurso, como lo indica la ley. Además se estableció un costo diario para cada cama, con ocupación o sin ella. Estas decisiones generaron gastos que ya superan los miles de millones de dólares y han provocado serios cuestionamientos de grupos civiles como “Raíces” en San Antonio, Texas. C “Cobran tal vez hasta trescientos o quinientos dólares la noche para cada mamá y niño que tienen detenidos”, asegura Jonathan Ryan, director de la organización “Raíces”.
Cifras oficiales indican que la capacidad de alojamiento para las familias en los centros de detención migratorios se quintuplicó durante la oleada de inmigrantes entre 2006 y 2015, al subir de 608 en 2006, a 1,108 en 2014, y 3,028 en 2015, incluidos menores sin acompañantes y padres con hijos.
La señora Laura Aguilar y su pequeña hija salieron del Centro de Detención de Dilley en el sur de Texas, el más grande del país y ahora relata algunas precariedades que vivió. C Dice que no hay suficientes medicamentos. Solo acetaminofén hay para los niños. Para la gripe no hay. Si el niño tiene fiebre no le van a dar acetaminofén y les indican a quienes cuidan a los pequeños que les pongan una toalla húmeda.
La situación podría seguir empeorando ya que las detenciones de familias y niños sin acompañantes casi se duplicaron entre el año fiscal 2015 y lo que va de 2016, pasando de 60 mil hasta poco más de 107 mil. C “Hay que comer uno lo que le dan, lo que tienen. Y si uno quiere comprar parte de eso no puede, porque no lo dejan salir”, dice Rosa Quintanilla, madre liberada de la prisión de Dilley, Texas. C “No tienen ninguna capacidad de dar esos servicios y ese es exactamente el motivo por el cual tienen que cerrar los centros”, afirma por su parte Jonathan Ryan.
Según las madres liberadas del Centro de Atención Familiar de Dilley, es fundamental que el gobierno federal se esfuerce por mejorar el trato social y médico que entrega la contratista encargada de esa instalación para así hacer menos traumática la experiencia de niños especialmente, que pasan semanas limitados a pequeños espacios de movimiento.
En respuesta a esto, el Departamento de Inmigración y Aduanas dijo lo siguiente: “Las autoridades migratorias centran sus recursos en los individuos que representan una amenaza para la seguridad del país, entre ellos los criminales condenados y detenidos en la frontera mientras intentaban entrar ilegalmente. Si alguien fue detenido en la frontera, recibió una orden de deportación y no reúne los requisitos para el asilo, será enviado a casa. Debemos y vamos a hacer cumplir la ley”.