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Un mexicano, ex infante de marina de Estados Unidos, se convierte en el primer indocumentado que obtiene la ciudadanía estadounidense
Héctor Velázquez - Mejía / Abril, 26 - 2016
Terminó el calvario para un inmigrante mexicano que, aun cuando defendió a Estados Unidos en Iraq, tuvo que abandonar el país por ser indocumentado. El hombre, Daniel Torres, oriundo de Tijuana, Baja California, México que, por años manejó su identidad con un documento falso, obtuvo finalmente la ciudadanía de Estados Unidos.
Torres prestó servicios con orgullo en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Y lo hizo con una partida de nacimiento falsa.
Pero la semana pasada, luego de haber estado en México los últimos cuatro años, tras haber sido deportado, Daniel Torres, con una visa de turista, regresó legalmente a suelo estadounidense por la garita de San Isidro desde Tijuana para juramentar como ciudadano de Estados Unidos en una ceremonia del Servicio de Aduanas e Inmigración, que de esa manera, y nunca es demasiado tarde, premió la valentía de este hombre que puso su vida en peligro para defender a Estados Unidos y sus intereses en el exterior. Así, Daniel Torres pasó a ser el primer deportado que consigue la ciudadanía estadounidense. Pero el ex Infante de Marina del Ejército de Estados Unidos asegura que no va a ser el último. “Seré el primero pero no el último. Vamos a seguir luchando para reunir a todos nuestros hermanos y permitirles que regresen al lugar que ellos llaman hogar”.
Según Daniel Torres, toda persona que está dispuesta a pelear y luchar por Estados Unidos merece que no lo deporten. “Merece que pueda vivir, rehacer su vida dentro del país que ama y que ha defendido”.
El veterano de guerra, de 30 años de edad, se alistó en la Infantería de Marina de Estados Unidos en 2007. Permaneció más de tres años en el campo de batalla en Iraq y luego, antes de que lo enviaran a Afganistán, se descubrió que estaba indocumentado. “La Marina se da cuenta de que mentí al momento de alistarme. No era ciudadano americano. Estaba como indocumentado. Entré a Estados Unidos legalmente como menor”, dice Daniel Torres.
Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos lo dieron de baja y Daniel Torres regresó voluntariamente a su natal Tijuana. [La Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU, por sus siglas en inglés, acudió en defensa de Torres, quien no tenía antecedentes delictivos.]
A pesar de haber logrado un estatus migratorio que le permite vivir legalmente en Estados Unidos, Daniel Torres se quedará en Tijuana por lo menos hasta finales de año cuando espera terminar sus estudios de Derecho. “Si termino mi carrera de Derecho aquí, puedo revalidar mis estudios en Estados Unidos. No me gustaría solo regresar como un simple ciudadano. Me gustaría regresar como un licenciado y trabajar para convertirme en un abogado y así seguir luchando por los derechos de los inmigrantes”, manifiesta Daniel Torres.
Héctor Barajas, director del albergue de Tijuana para militares mexicanos deportados de Estados Unidos, señala que el caso de Daniel Torres es un rayo de esperanza para los cientos de veteranos mexicanos y de otras nacionalidades que, como Daniel fueron expulsados de Estados Unidos a pesar de haber formado parte de las Fuerzas Armadas. “Estamos muy felices. Ya se están abriendo las puertas porque el Gobierno trata de ayudarnos a lograr la ciudadanía en lugar de rechazarnos”, señala Héctor Barajas. En 2013, Héctor Barajas fundó el albergue, también conocido como “El Búnker”, para los veteranos de guerra de Estados Unidos deportados a Tijuana. En ese lapso han atendido a unos 50 ex miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.