En México, detenidos en el Caso Ayotzinapa denuncian haber sido víctimas de tortura, amenaza y sobornos de funcionarios de la PGR
Héctor Velázquez - Mejía / Abril, 21 - 2016
Casi un año y medio después de la desaparición de los cuarenta y tres estudiantes normalistas de Ayotzinapa, México, siguen surgiendo teorías y denuncias alrededor del caso. Entre ellas destacan las de algunos detenidos que acusan a las autoridades mexicanas de torturarlos, amenazarlos y ofrecerles sobornos para que se “echen la culpa” y declaren lo que esas autoridades quieren que digan los detenidos.
Magaly Ortega fue detenida por la Policía Federal ministerial junto con otros veinte funcionarios del municipio de Cocula, acusados de la desaparición de los estudiantes. Rogelio Rosas, pareja de Ortega, asegura que a su mujer las autoridades le pidieron que dijera todo lo que supiera, y más concretamente, que dijera dónde estaban los estudiantes. Magaly Ortega les respondió que no sabía de qué le estaban hablando, luego de lo cual los funcionarios de la PGR la amenazaron con que la iban a violar si no declaraba. Pero, agrega Rogelio Rosas, no se quedaron solo con la amenaza sino que desnudaron a su compañera y la tocaron. Además, ante la mirada impotente de Magaly Ortega, golpearon a policías municipales de Cocula y a uno le hicieron una herida abierta en la frente.
Sidronio Casarrubias fue detenido, acusado por la PGR de ser el líder máximo de la organización delictiva “Guerreros Unidos”. Días después del anuncio de su detención, Casarrubias denunció ante un juez federal las torturas que habría sufrido con el presunto aval de Tomás Cerón, jefe de la agencia de investigación de la PGR, para obligarlo a inculparse y culpar al alcalde de Iguala, José Luis Abarca y a otros funcionarios, de la masacre de los jóvenes. La declaración de Casarrubias dice, entre otras cosas: “llegamos a un cuarto, o más bien lo llamaría, la sala del infierno. Me sientan por un momento y llega una persona. Se acerca pausadamente y me habla al oído diciéndome que viene de parte del Procurador para arreglar las cosas antes de que sea demasiado tarde”.
Casarrubias asegura que después de su denuncia fue a verlo a la cárcel el procurador Jesús Murillo Karam. Según Casarrubias, Murillo Karam le ofreció sesenta y seis millones de pesos para que se hiciera responsable de la desaparición de los normalistas. El preso se negó y entregó esta declaración en la que manifiesta lo que le habría dicho Murillo Karam: “Por lo visto, no te quieres ayudar. Yo me voy a encargar de que nunca salgas de la cárcel”.
Sidronio Casarrubias mencionó el intento de soborno el 25 de febrero de 2015. Súbitamente, dos días después, Jesús Murillo Karam fue removido de la PGR.
De acuerdo con este trabajo realizado con el apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de California en Berkeley, la PGR también habría ofrecido dinero a Gildardo López, “El Gil”, Felipe Rodríguez Salgado, y Patricio Reyes Landa, acusados de ser autores materiales de la desaparición de los normalistas, para que se echaran la culpa de un crimen que, dicen, no cometieron.
El gobierno de México abrió seis expedientes para investigar los hechos de tortura y abuso de autoridad en el caso de Casarrubias y otros doce acusados.